martes, 26 de julio de 2011

Pablo Neruda / El poeta de América



Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924)
Pablo Neruda / 1 / Cuerpo de mujer, blancas colina

Residencia en la tierra (1935-1931)
Pablo Neruda / Caballo de los sueños
Pablo Neruda / Débil del alba
Pablo Neruda / Unidad

Plenos poderos (1962)
Pablo Neruda / Deber del poeta


Twenty Love Poems and a Song of Despair (1923 - 1924)
Pablo Neruda / 1 / Body of a woman, white hills
Pablo Neruda / 2 / The light wraps you in its mortal flame
Pablo Neruda / 3 / Ah vastness of pines
Pablo Neruda / 4 /The morning is full of storm
Pablo Neruda / 5 / So that you will hear me
Pablo Neruda / 6 / I remember you as you were
Pablo Neruda / 7 / Leaning into the afternoons I cast my sad nets
Pablo Neruda / 8 / White bee, you buzz in my soul, druk with honey
Pablo Neruda / 9 / Drunk with pines and long kisses
Pablo Neruda 10 / We have lost even
Pablo Neruda 11 / Almost out of the sky
Pablo Neruda / 12 / Your breast is enough
Pablo Neruda / 13 / I have gone marking
Pablo Neruda / 14 / Every day you play with the light of the universe
Pablo Neruda / 15 / I like for you to be still
Pablo Neruda / 16 / In my sky at twilight you are like a cloud
Pablo Neruda / 17 / Thinking, tangling shadows in the deep solitude
Pablo Neruda / 18 / Here I love you
Pablo Neruda / 19 / Girl lithe and tawny, the sun that forms
Pablo Neruda / 20 / Tonigh I Can Write
Pablo Neruda / 20 / Tonigh I Can Write / Video
Pablo Neruda / A Song of Despair

The Captain's Verses (1952)


Pablo Neruda
Premio Nobel de Literatura 1971
EL POETA DE AMÉRICA
(1904 - 1973)
Por Carlos Perozzo

"Si me preguntan qué es mi poesía debo decirles: no sé; pero si le preguntan a mi poesía, ella les dirá quién soy yo", dijo Pablo Neruda al comienzo de un recital en 1943. En efecto: la poesía de Neruda es la historia de una actitud enraizada con la circunstancia concreta, enfrentada con el mundo. Es la trasposición de su propia existencia mediante un alto nivel de universalidad, que ha sido capaz de traducir las existencias de muchos otros seres y en particular el acontecer contemporáneo del hombre hispanoamericano, mediante la verbalización de su propia y singular aventura.
Neftalí Reyes Basoalto nace el 12 de julio de 1904 en Parral, Chile, hijo de doña Rosa Basoalto y de don José del Carmen Reyes Morales. Un mes después de su nacimiento muere su madre de una tuberculosis. Dos años más tarde, su padre se traslada a Temuco y se casa en segundas nupcias con doña Trinidad Cambia Marverde, quien se convierte en una verdadera madre para el niño Neftalí, en el ángel tutelar de su infancia. "Era una mujer dulce y diligente, tenía sentido de humor campesino y una bondad activa e infatigable", escribe el propio Neruda. Su padre era conductor de un tren que cargaba piedra. A veces se llevaba a su hijo a Boroa, corazón silvestre de la frontera, donde Neftalí aprende a amar la naturaleza. Sus recuerdos más hondos y profundos los conforman la lluvia, a quien recuerda como un personaje inolvidable, los pájaros y los escarabajos, los árboles, las montañas y sobre todo los hombres, aquellos trabajadores que bajo el mando de su padre realizaban el duro trabajo de picar piedra.
En 1910 entra al liceo de Temuco. Neftalí empieza a descubrir allí otro mundo. El mundo de los laboratorios de física, de retortas, de cubetas, la biblioteca, un subterráneo dentro del mismo edificio vetusto del liceo, donde jugaba con sus compañeros a la guerra. "Todavía conservo en la memoria el olor a humedad, a sitio escondido, a tumba, que emanaba de aquel subterráneo", escribe. Sus primeras lecturas fueron las hazañas de Buffalo Bill, los viajes de Salgari. Sus primeros escarceos en la poesía estuvieron dirigidos a Blanca Wilson, la hija de un herrero de quien estaba enamorado un compañero suyo y le pedía que el escribiera sus cartas de amor. A la larga la muchacha descubre al verdadero autor de esas cartas y Neftalí recibe como premio un membrillo, que él guarda como un tesoro y continúa escribiéndole cartas y recibiendo membrillos durante mucho tiempo. Por esa época conoce a "una señora alta, con vestidos muy largos y zapatos de taco bajo". Se llamaba Gabriela Mistral. Dada su natural timidez y ensimismamiento y también su juventud, Neftalí la ve muy pocas veces. Pero son suficientes para que ella le regale algunos libros que iban a marcar su trayectoria literaria para siempre: novelas de Tolstói, de Dostoievski, de Chejov.
Así, entre sus estudios, sus travesuras y amores juveniles, Neftalí viaja por la zona austral de Chile, unas veces en el tren que guiaba su padre, otras a caballo. Conoce el mar, las selvas, los inmensos ríos, los caseríos, las incipientes industrias de cuero, entra en contacto con los campesinos araucanos. "Fui creciendo, leyendo, enamorándome y escribiendo al paso del tiempo, entre los amargos inviernos de Temuco y el misterioso estío de la costa". De esa comunicación, de esa revelación del mundo descubierto paso a paso, de ese pacto con el espacio, Neruda iba a extraer la lozanía, la luminosidad, la limpieza parecida a piedras recién lavadas por el agua de un río, que conforman el mundo de su poesía. El 18 de julio de 1917, aparece en el diario La Mañana, de Temuco, un artículo titulado "Entusiasmo y Perseverancia" firmado por Neftalí Reyes. Es su primera publicación. Un año después, el 30 de noviembre, en la revista Corre Vuela de Santiago, aparece el poema "Mis Ojos". En el curso de ese mismo año publica trece poemas más en la misma revista. Participa en los Juegos Florales del Maule con su poema "Nocturno Ideal" y obtiene el tercer premio. El 28 de noviembre de 1920, obtiene el primer premio de la Fiesta de Primavera de Temuco. Sus poemas están firmados con el seudónimo de Pablo Neruda. Antes había empleado diversos seudónimos, pero éste será el que conserve toda su vida. La razón de este cambio de nombre se debe a que su padre se negaba rotundamente a que su hijo se convirtiera en poeta y perseguía denodadamente su actividad literaria. Para encubrir su actividad, Neftalí se buscó un apellido que lo despistara totalmente. Encuentra en una revista ese nombre checo, sin saber que se trataba de un gran escritor admirado por todo su pueblo, autor de hermosas baladas y romances y con un monumento erigido en el barrio Mala Strana de Praga. En ese mismo año de 1920 es presidente del Ateneo Literario del Liceo de Temuco y secretario de la Asociación de estudiantes de Cautín. Entre sus actividades de dirigente, prepara dos libros que nunca llega a publicar: Las ínsulas extrañas y Los cansancios inútiles. Pero algunos de los poemas de esos libros se integrarán en la primera edición de Crepusculario.
Terminados sus estudios de humanidades en el liceo de Temuco, se traslada a Santiago para ingresar en la universidad. Su aspecto exterior es el de un joven delgado, vestido con un traje negro de poeta del siglo XIX, mientras que en su interior, su cabeza está llena de libros, de sueños y de poemas. Se instala en una pensión de la calle Maruri, donde escribe frenéticamente y conoce el ambiente literario de la capital. Entre sus amigos se cuentan Romeo Murga, un poeta alto y flaco, que se vestía aún más extravagante que Neruda y con quien da recitales en los pueblos vecinos a Santiago, recitales que la mayoría de las veces terminan en gritos de protesta: "¡Poetas con hambre, váyanse!, ¡no echen a perder la fiesta!"; Pilo Yañez, que después se cambiaría el nombre por el de Juan Emar y con quien tuvo una gran amistad durante toda su vida; Roberto Maza Fuentes, director de la revista Juventud de la Federación de Estudiantes, donde es publicado su poema "La Canción de Fiesta", primer premio del concurso que organizó la misma Federación. Ésta estaba integrada por famosas figuras de la dirigencia estudiantil, ideológicamente vinculada al poderoso movimiento anarquista de la época: Alfredo Demaría, Daniel Schweitzer, Santiago Labarca y Juan Gandulfo, de quien Neruda dice que era el más formidable de ellos por su atrevida concepción política y su valor a toda prueba.
En 1922 se incorpora a la revista Claridad, cuyo director es Alberto Rojas Giménez, que iba a ser uno de sus grandes amigos. Poeta también, aunque sus poemas nunca llegaron a publicarse, fue en cierta manera el guía literario de esta época de Neruda, pero también su maestro en el arte de vivir: "Escribía sus versos a la última moda, siguiendo las enseñanzas de Apollinaire y del grupo ultraísta de España. Poseía una alegre sabiduría y apetencia de las cosas vitales y una comprensión inmediata de los conflictos de la época. Rojas Giménez nos impuso pequeñas modas en el traje, en la manera de fumar, en la caligrafía. Burlándose de mí con infinita delicadeza, me ayudó a despojarme de mi tono sombrío. Nunca me contagió con su apariencia escéptica, ni con su torrencial alcoholismo, pero hasta ahora recuerdo con intensa emoción su figura que lo iluminaba todo." Entretanto escribe con ahínco, con "ferocidad de tímido", tres, cuatro, cinco poemas diarios, hasta terminar su primer libro Crepusculario.
La publicación de ese libro la hace por su cuenta. Tiene que vender los escasos muebles, empeñar el reloj que le había regalado su padre, y ser ayudado por un crítico amigo suyo, de apellido Alone, quien aporta generosamente el resto de la deuda, ya que el editor no quiso entregarle un solo ejemplar hasta no ver totalmente cancelados los gastos.
Los poemas de Crepusculario fincan sus raíces en el entusiasmo y la generosidad, están escritos con una sensibilidad abierta a las inquietudes sociales y en un absoluto convencimiento del poder de la palabra poética como factor transformador de la realidad. Pero en el año en que aparece (1923), ya Neruda siente que ha dejado atrás esta inquietud, comprende que se trata de un libro inorgánico (compilación desprovista de unidad), y se halla embarcado en un proyecto ambiciosos de poesía cíclica. Regresa a su casa de Temuco y una noche, mientras contempla el magnífico espectáculo del cielo estrellado, corre a su mesa embriagado y de forma delirante escribe el primer poema de un libro que tendría muchos títulos y que finalmente se llamaría El hondero entusiasta.
Por ese tiempo había llegado a Santiago la poesía de Carlos Sabat Ercasty, un uruguayo de quien Neruda oyó hablar por primera vez a su amigo Joaquín Fuentes Sepúlveda. En ese poeta ve realizada su ambición de una poesía que "englobara no sólo al hombre, sino a la naturaleza, las fuerzas escondidas, una poesía epopéyica que se enfrentara con el gran misterio del universo y también con las posibilidades del hombre". Leyendo aquellos poemas a un amigo suyo, éste le preguntó: "¿Estás seguro de que estos versos no tienen influencia de Sabat Ercasty?", a lo que Neruda respondió: "Estoy seguro, los escribí en un arrebato." Pero no estaba tan seguro, entonces decide enviarle el poema al propio Sabat Ercasty, quien le responde en una carta enviada desde Montevideo: "Pocas veces he leído un poema tan logrado, tan magnífico, pero tengo que decírselo: sí hay algo de Sabat Ercasty en sus versos." Fue un duro golpe a la vanidad del joven poeta.
A partir de entonces, empieza a aprender a ser modesto. Rompe muchos de sus originales. Termina su ambición de una poesía cíclica, reduce deliberadamente su estilo y su expresión. El profundo impacto y la decepción que siente Neruda, se ven reflejados en el hecho de que sólo diez años después aparece publicado el Hondero. En cambio, trabajando bajo ese otro plano recién descubierto de su actividad de poeta, el de la búsqueda de rasgos más sencillos, de su propio mundo, escribe otro libro, los Veinte poemas de amor y una canción desesperada, que aparece publicado en junio de 1924. Sus poemas son un tanto dolorosos, describen el tormento de sus pasiones de adolescente, mezcladas con la naturaleza arrolladora que conoció en los primeros años de su vida. "Los Veinte poemas son el romance de Santiago, con las calles estudiantiles, la universidad y el olor a madreselva, del amor compartido." "La canción desesperada" fue escrita en un largo y esbelto bote abandonado, al lado del ruido del mar, de los cantos de los pájaros y teniendo sobre su cabeza un azul "tan violento como jamás he visto otro".
En aquel tiempo Chile está sacudido por el movimiento popular, dirigido por Luis Emilio Recabarren, quien formaba centrales sindicales, fundaba nueve o diez periódicos obreros a lo largo del país y era apoyado por los estudiantes y los intelectuales. Es presidente de la república Arturo Alessandri Palma, en quien se fundaron en un principio las esperanzas de la clase trabajadora, esperanza que luego se fue desvaneciendo ante el poder de la oligarquía que él combatió y que luego le hizo tragar su oratoria "flamígera y amenazante", sus discursos revolucionarios, sumiendo al país en graves conflictos sociales y políticos. "Desde aquella época y con intermitencias, se mezcló la política en mi vida. No era posible cerrar la puerta a la calle dentro de mis poemas, así como no era posible cerrar la puerta al amor, a la vida, a la alegría o a la tristeza en mi corazón de joven poeta", escribe.
Desde 1924 hasta 1927, año de su partida a Rangoon como cónsul de Chile en esa ciudad, Neruda vive una etapa de búsquedas expresivas en torno a su poesía, búsquedas que intentó plasmar en Tentativa del hombre infinito, en El habitante y su esperanza y en Anillos, tres obras publicadas en 1926. Son años de vida muy dura para Neruda. "Si vieras que estoy desamparado y aburrido de todo", le escribe a su hermana Laura. Había abandonado sus estudios universitarios y su padre le había suspendido toda ayuda. La penuria económica y su fe inconmensurable en la poesía al centrarse en su actividad de escritor, conforman un sólido núcleo del que estaba prisionero. Para romperlo intentó un regreso a los territorios de su infancia y luego el exilio. Primero el exilio en su propio país. Vaga por Valparaíso, vive en Ancud, pequeña ciudad en la isla de Chiloé. De regreso a Santiago, vive en compañía de sus amigos Tomás Lago y Orlando Oyarzún, tanto o más pobres que él. Neruda busca con desesperación salir de Chile. Durante mucho tiempo vive de la esperanza de ser nombrado cónsul en París, cargo que un burócrata charlatán le ofrece y que va postergando hasta que un amigo suyo, de apellido Bianchi, de gran influencia en el gobierno, lo hace nombrar cónsul en Rangoon. Durante esta época, Neruda ha colaborado con varias revistas literarias y aparece la segunda edición de Crepusculario, dedicada a su amigo Juan Gandulfo.
En junio de 1927 inicia su viaje hacia Birmania, en compañía de su amigo Álvaro Hinojosa, también nombrado para un incierto destino consular en Extremo Oriente. Van en tren hasta Buenos Aires y embarcan en el "Baden". Durante el viaje conoce Río, Lisboa, Madrid, París. Una corta estancia en París le permite entrar en contacto con Cesar Vallejo, el gran poeta peruano, con quien sostiene una amistad que dura hasta la muerte de éste. Después Marsella y, atravesando el Mediterráneo y el mar Rojo, pasa por Djibouti, Singapur, Madrás, hasta llegar a Rangoon, donde una vez desembarcado emprende otra travesía que comprende el costado oriental de Asia, pasando por Shangai, Cantón, Tokio y otras ciudades.
Durante su estancia en Birmania, Neruda se siente un expulsado de su patria, un sonámbulo condenado a vagar por entre objetos que le son extraños, un ser que ve alargarse los días y las noches sin sentido, como no sea el del redescubrimiento de su patria y su continente a través de esa distancia que lo separa de todo lo que le es querido. "Más de un año de vida en estos destierros, en estas tierras fantásticas, entre hombres que adoran la cobra y la vaca... Yo sufro, me angustio con hallazgos horribles, me quema el clima, converso días enteros con mi cacatúa, pago por mensualidades un elefante. Los días me caen en la cabeza como palos, no escribo, no leo, vestido de blanco y con casco de corcho, auténtico fantasma, mis deseos están influenciados por la tempestad y las limonadas", escribe en una carta a un amigo.
Ese estado de ánimo, ese aislamiento en el que se halla inmerso, son tal vez las causas de su romance con una nativa que se vestía a la manera inglesa y se hacía llamar Josie Bliss. Neruda se enamora después de conocerla en sus frecuentes correrías por los lugares más exóticos de Rangoon, ya que su cargo de cónsul sólo funcionaba cada tres meses, cuando arribaba un barco de Calcuta que transportaba parafina sólida y grandes cajas de té para Chile. Neruda, pues, se va a vivir con Josie a su casa, pero poco después la dulce mujer se va reconcentrando y apasionando hasta enfermar de celos. "Tal vez yo hubiera continuado junto a ella. Sentía ternura hacia sus pies desnudos, las blancas flores que brillaban sobre su cabellera oscura, per su temperamento la llevaba hasta un paroxismo salvaje", escribe. Josie tenía celos hasta de las cartas que le llegaban a Neruda. Las escondía sin abrirlas; por las noches Neruda despertaba y descubría un fantasma que se movía detrás del mosquitero. Era ella vestida de blanco, blandiendo un largo cuchillo sin decidirse a matarlo. "Cuando te mueras se acabaran mis temores", le decía. Neruda creyó que acabaría por matarlo. Cuando la situación era demasiado tensa, Neruda recibió un telegrama donde se le comunicaba su traslado a Ceilán. Preparó en secreto su viaje y un día subió a bordo de un barco y se marchó, dejando su ropa y sus libros en casa de la pobre Josie.
Ceilán, Colombo, Singapur, Batavia, uno tras otro esos lugares aumentan la soledad de Neruda, su desolación de ánimo, la nostalgia de los amigos, de los antiguos amores. En 1930, precisamente en Batavia, se casa con María Antonieta Agenaar, joven holandesa establecida en Java. Ella está muy orgullosa de ser la esposa de Pablo y tiene una idea bastante exótica de América. Trata de aprender castellano pero no lo consigue, como tampoco consigue aprender otras cosas. Con ella regresa Neruda a Chile en 1932. Trae también un libro de poemas, Residencia en la Tierra. En Temuco su padre lo recibe con indiferencia. Va a Santiago, donde pasa un año de penurias económicas y dificultades conyugales. Trabaja con un sueldo miserable, que apenas alcanza a cubrir sus gastos más inmediatos, en la biblioteca del ministerio de Relaciones Exteriores. Después lo nombran en el departamento de Extensión Cultural del Ministerio de Trabajo. Entre los cargos burocráticos, los amigos y el vino, Neruda soporta a duras penas esa vida. En enero de 1933 aparece la primera edición de El hondero entusiasta. En abril de ese mismo año se publica Residencia en la Tierra. Los poemas de Residencia no están influidos por su permanencia en el Oriente. La imposibilidad de comunicación con una tierra extranjera, cuya tradición le era impenetrable, agudiza en Neruda su drama interior y configura una intuición contradictoria: la de la omnipresencia de la vida, la extraña invencibilidad de la materia siempre renaciendo de su propia muerte, que convierte al poeta en un profeta testimonial, que se acerca con amor a la realidad de un mundo envenenado por el dolor y por la muerte y al que canta no con falaz alegría, pero tampoco con" "negación vociferante". Sólo como testimonio.
En agosto es destinado al consulado de Chile en Buenos Aires. Esto significa una mejora en su situación económica, pero su ánimo está ya cansado de su labor burocrática; por otra parte sus relaciones conyugales se deterioran día a día. Es allí, en Buenos Aires, donde Neruda conoce a Federico García Lorca, con quien mantuvo una amistad entrañable. Entre ambos organizaron un homenaje a Rubén Darío y pronunciaron un discurso al alimón, dando una gran sorpresa al auditorio. Su estancia en Buenos Aires dura poco. En mayo de 1934 viaja a Barcelona para hacerse cargo del consulado de Chile. Su estrecho contacto con España le hace decir: "A mí me hizo la vida recorrer los más lejanos sitios del mundo, antes de llegar al que debió ser mi punto de partida: España". De Barcelona se traslada a Madrid, donde vive parte de las experiencias más profundas de su vida.
El 4 de octubre de 1934 nace su hija Malva Marina. En diciembre da un recital en la universidad de Madrid presentado por Federico García Lorca. Por intermedio de Carlos Mora Lynch, conoce a Delia del Carril. Traba amistad con la pléyade de escritores e intelectuales más brillantes de la época: Alberti, Aleixandre, Altolaguirre, Cernuda, Gerardo Diego, León Felipe, Jorge Guillén, Luis Rosales, Serrano Plaja y Miguel Hernández, entre otros. Todos ellos firmaron un extraordinario documento: "Homenaje a Pablo Neruda de los poetas españoles", que se publicó en abril de 1935. "Los españoles de mi generación eran más fraternales, más solidarios y más alegres que mis compañeros de América latina", escribe. En la revista Cruz y Raya publica traducciones de William Blake y hace una presentación de "Sonetos de la Muerte" de Quevedo. Manuel Altoaguirre le propone dirigir una revista, Caballo Verde, de la cual se editan cinco números y donde aparecen poemas de Miguel Hernández, Cernuda, García Lorca, Vicente Aleixandre. El editorial del primer número está firmado por él: "Sobre una poesía sin pureza", se titula, y es estimado como uno de los más importantes escritos de Pablo Neruda, en lo que respecta a su ideario poético.
Al estallar la guerra civil española, en julio de 1936, se ve obligado a trasladarse a París. Meses antes había aparecido publicado su libro Veinte poemas de amor en Madrid. Por ese tiempo empieza a escribir los poemas de España en el corazón. En París es amigo de Paul Eluard y Louis Aragon. Edita una publicación poética en compañía de Nancy Cunard: Los poetas del mundo defienden al pueblo español. En medio del conflicto, la violencia y la sangre, Neruda descubre "que el hombre no es sólo naturaleza, sino también historia. Entonces supo cuál era el tiempo objetivo que no había logrado advertir en el ámbito humano. Bajo el impacto de la guerra civil española, pudo al fin comprenderse a sí mismo como elemento de un paisaje histórico" (Hernán Loyola).
Destituido de su cargo consular y separado de su esposa María Antonieta Agenaar, Neruda regresa a Chile, donde funda la Alianza de Intelectuales y participa en la campaña electoral que llevó a la presidencia al candidato del frente popular, don Pedro Aguirre Cerda. Da conferencias y recitales por todo el país, interviniendo en los mítines del frente popular. Se edita España en el corazón. En agosto de 1938 aparece el primer número de la revista Aurora de Chile, dirigida por él. En ese mismo año muere su padre, en mayo, y en agosto su madrastra doña Trinidad Candia. El ánimo del poeta se ensombrece, el espíritu del combatiente flaquea. Su poema "Copa de Sangre", transparenta de manera autobiográfica el dolor y alcanza uno de los más altos valores estéticos y literarios. Entretanto España en el corazón se edita repetidamente de diferentes partes del mundo. Pedro Aguirre Cerda lo nombra cónsul en París y Neruda se convierte en el protector y guía de los refugiados españoles que emigran hacia Hispanoamérica y en especial a Chile. Antes, Neruda había comprado su casa de Isla Negra y había comenzado a trabajar en su Canto general. En su viaje a Francia, se detiene en Montevideo, donde asiste como delegado de la Alianza de Intelectuales de Chile al Congreso Internacional de las Democracias.
El 2 de enero de 1940 regresa a Chile. Su lucha ha sido dura, su equipaje es la amargura, pero también la esperanza, aunque no puede desprenderse del magma de aquellos días vividos en medio de la conflagración: "Me acostumbré en aquellos días crepusculares a esa incertidumbre europea que no sufre revoluciones continuas ni terremotos, pero mantiene el veneno mortal de la guerra saturando el aire y el pan... Por temor a los bombardeos, la gran metrópoli se apagaba de noche y esa oscuridad de siete millones de seres juntos, esas tinieblas espesas en las que había que andar en plena ciudad luz, se me quedaron pegadas en la memoria", escribe. En julio de 1940 llega Neruda a Ciudad de México como cónsul de Chile. Allí intensifica su lucha antifascista, de la cual había dado ya buena prueba tanto en Chile como en París. En diciembre de 1941 un grupo de pronazis lo agrede en Cuernavaca. La segunda guerra mundial se extiende. Neruda viaja por todo México y también a Guatemala (1941) y Cuba (1942). En este contexto, Neruda ve como un imperativo la unidad de los pueblos no sólo en su lucha inmediata, sino en el sentido vertical y profundo de su dimensión histórica. Ejemplo de ello son los poemas escritos por esa época. "Un canto para Bolivar", "América no invoco tu nombre en vano", "Canto a Stalingrado", que forman parte de su libro Canto general.
Cuando en septiembre de 1942 Neruda regresa a Chile, lleva consigo un gran acerbo de vivencias, una visión cósmica que va a enriquecer ese plano de su poesía. Ha viajado por todo México; ha conocido a los grandes pintores Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros; ha sido nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Michoacán; ha viajado a los Estados Unidos para asistir a una audición de "La voz de las Américas". Cuando se despide de México, le es ofrecido un homenaje al que asisten más de dos mil personas. Pero también ha conocido otra dimensión del dolor: su hija Malva Marina ha muerto en Europa. En su viaje de regreso es recibido por el presidente de Colombia Alfonso López Pumarejo y declarado huésped de honor de la ciudad de Manizales. En Perú es invitado a visitar el Macchu Picchu. De esa visión del pasado anclada como un testimonio de la antigua América en el presente, iba a salir la síntesis que expresará la culminación de un proceso en su conciencia de poeta: la del testimonio poético que venía gestándose en la sensibilidad de Neruda, "Alturas de Macchu Picchu", escrito en Isla Negra entre agosto y septiembre de 1945.
En eses año es elegido senador de la República por las provincias de Tarapacá y Antofagasta. Es también el año en que obtiene el Premio Nacional de Literatura e inicia la legalización de su seudónimo, que pasó a ser su nombre desde fines de 1946. Por esta época ingresa en el Partido Comunista de Chile.
Entre 1945 y 1947 el senador Pablo Neruda luchó sin descanso contra la injusticia social de un régimen que sumía en la miseria a su pueblo. El poeta Neruda, por otra parte, escribe poemas como "Las flores de Punitaqui", "Los muertos de la plaza" y el soneto "Salitre", donde se nota el propósito de equilibrar su ideología marxista con el desarrollo de su conciencia poética. En agosto de 1945 da conferencias y recitales en Buenos Aires y Montevideo. Es recibido con delirio, y su presencia suscita grandes conmociones en los lugares donde aparece en público. El 18 de enero de 1946 es condecorado por el gobierno de México con la Orden del Águila Azteca.
A comienzos de 1948 el presidente de Chile González Videla desencadena una campaña de persecución contra los sindicatos, contra la oposición y muy especialmente contra Pablo Neruda, que se ve obligado a pasar a la clandestinidad cuando, después de pronunciar un discurso en el Senado con el título Yo Acuso, la Corte Suprema de Justicia aprueba su desafuero parlamentario y los tribunales ordenan su detención. Durante un año Neruda vive en refugios clandestinos preparados por sus amigos; entre tanto termina de escribir su Canto general.
El 24 de febrero de 1949 logra salir subrepticiamente de Chile atravesando la Cordillera por su región austral. Llega a Buenos Aires siempre en calidad de fugitivo. Allí el cónsul de Guatemala su amigo Miguel Ángel Asturias le facilita su pasaporte para que pueda burlar a la policía y así arribar a París. El 25 de abril se da a conocer el paradero de Pablo Neruda cuando asiste al Primer Congreso Mundial de Partidarios de la Paz.
En junio visita por primera vez la Unión Soviética, para asistir a los festejos del 150 aniversario del poeta Pushkin. En Moscú es homenajeado por la Unión de Escritores Soviéticos. En agosto viaja a Méjico en compañía de su amigo Paul Éluard para asistir al Congreso Latinoamericano de partidarios de la Paz. Allí enferma gravemente de una trombo-flebitis que le postra durante cuatro meses.
Sus libros se editan en casi todos los países del mundo. Aparecen traducciones en Alemania, Checoslovaquia, China, Dinamarca, Hungría, Estados Unidos, Unión Soviética y a todo lo largo y ancho de Hispanoamérica.
En 1950 se publica su Canto general con ilustraciones de Siqueiros y Diego Rivera. Una vez recuperado viaja a Guatemala, donde ofrece recitales y conferencias. Vuelve a París cuando aparece la edición francesa de su Canto general. El 22 de noviembre recibe junto con Pablo Picasso y el poeta turco Nazim Hikmet el Premio Internacional de la Paz por su poema "Que despierte el leñador".
En 1951 visita Italia invitado por los escritores de ese país. Lee sus versos en todas partes. Sus escenarios son las universidades, los anfiteatros, los muelles. Su auditorio está conformado por los portuarios de Génova, por las gentes de Florencia, de Turín, de Venecia. Es declarado ciudadano ilustre de Florencia, Génova y Milán.
Ese año visita Checoslovaquia invitado también por la Sociedad de Escritores Checos. En agosto asiste al Tercer Festival de la Juventud en Berlín. Después viaja a China como portador del premio Lenin de la Paz otorgado a la señora Sung Sin Lin, viuda de Sun Yan Sen. Mientras tanto en Santiago la Sociedad de Escritores y el Sindicato de Escritores de Chile realizan un homenaje en ausencia por la publicación del Canto general. En 1952 reside en Capri. Allí, en compañía de la que iba a ser su mujer hasta su muerte, Matilde Urrutia, escribe dos libros emanados de las vivencias del poeta y cuya estructura se sienta en dos niveles: el amor, y el carácter épico de la realidad. Así, en Los versos del capitán, acentuó el plano pasional y erótico, pero en el trasfondo de la plenitud amorosa, estableció un paisaje de luchas políticas, en tanto que en Las uvas y el viento el motivo dominante es el itinerario cronológico del mundo de posguerra, la afirmación de una esperanza para la humanidad contemporánea, pero a lo largo de ese itinerario, la imagen de Matilde Urrutia asoma con insistencia.
En Chile se revoca la orden de detención que pesa sobre Neruda y el 12 de agosto regresa a Santiago terminando así un destierro que había durado cerca de tres años y medio. Se le tributan grandes homenajes de bienvenida. Se instala en Santiago y viaja por Temuco y algunos otros puntos de Chile. Empieza a escribir las Odas elementales.
En 1953, después de asistir como jurado al Premio Internacional de la Paz, organiza el Congreso Continental de la Cultura, que se celebra en abril en Santiago con asistencia de grandes personalidades del arte y la literatura. A finales del año recibe el premio Lenin de la Paz. Durante el año de 1954 da conferencias sobre su poesía en la universidad de Chile. Aparecen publicados Las uvas y el viento y Odas elementales. Para celebrar sus cincuenta años de vida se organizan grandes homenajes. Viajan a Santiago escritores y artistas de todo el mundo. Dona a la universidad de Chile su biblioteca y acuerda financiar la Fundación Neruda para la poesía.
Entre 1949 y 1956 Neruda y Matilde se amaron a escondidas en condiciones a veces dramáticas, a veces tiernas, otras patéticas. Pero 1956 es el año en que su amor se consolida después de la ruptura definitiva de Neruda con Delia del Carril. Es ese mismo año cuando en el XX congreso del partido comunista, Jruschov hace las dramáticas denuncias sobre el período estalinista. Estos dos hechos repercutieron hondamente en la poesía de Neruda. Ya había escrito sus Odas elementales, que había proseguido con Nuevas odas elementales y Tercer libro de odas, donde había abandonado el tema del amplio espacio épico y la geografía intercontinental que fueron la dominante del Canto general. En las odas se había volcado en una búsqueda de la materia en sus múltiples manifestaciones tanto en el plano de la naturaleza ("Oda a la cebolla", "Oda al invierno", "Oda al mar") como en el de la cultura ("Oda a la tipografía", "Oda al serrucho"). Pero estas odas fueron también un esfuerzo estilístico, un deseo de remodelar el lenguaje de su poesía, donde se refleja su preocupación por la ruptura entre el hombre y la naturaleza, ruptura susceptible de ser salvada, según se desprende de esta etapa, mediante la poesía, conjugando su vocación materialista con las convicciones políticas, para alcanzar en el mundo del hombre, la plenitud del mundo natural. "Pero el intento sólo a ratos logró su altura ambicionada. Sus legítimas posibilidades fueron afectadas por un cierto esquematismo (voluntarista y simplificador) en la manera de concebir el hombre con el mundo" (Hernán Loyola).
Los versos del Capitán y Estravagario primero y Cien sonetos de amor y La barcarola después, además de documentar el periplo amoroso de Neruda con Matilde, inauguran una nueva etapa en la poesía de Neruda. Sobre todo Estravagario marca un regreso al mejor Neruda, a lo más grande de su talento creador, donde dibuja una imagen de lo real en toda su complejidad contradictoria; la obsesión del tiempo reaparece como instancia melancólica y el motivo de la muerte vuelve a establecer la relatividad de lo existente, la dimensión dolorosa de la vida.
En abril de 1957, Neruda es invitado a un congreso en Colombo, Ceilán. Ha vivido casi sin interrupción cinco años en Chile. En su escala en Buenos Aires es detenido por la policía, pero gracias a las gestiones del cónsul chileno es puesto en libertad, eso sí, sin permitírsele dar un recital que se había programado.
Ceilán, Rangoon, Colombo, Madrás, etc., son en el fondo los lugares de un peregrinaje, a los que regresa Neruda en compañía de Matilde para ver juntos y desde su perspectiva los lugares donde transcurrieron los años de su juventud.
De regreso a Chile, termina de escribir Cien sonetos de amor, cuyo carácter se enmarca dentro de una perspectiva de homenaje a la mujer amada y donde brilla la poesía de Neruda con gran belleza e intensidad. Ese mismo año publica Navegaciones y regresos, una suerte de prolongación de las Odas elementales, pero que acusa una técnica distinta a éstas en la medida en que lo real abandona el optimismo de las odas y acepta el dolor y la incertidumbre como ingredientes de la vida.
En 1958 escribe una serie de poemas dedicados a Puerto Rico y a su dolorosa condición de colonia. Trabaja también en la campaña política para la elección de presidente, realizando giras y dando conferencias en concentraciones populares. Aparece editado Estravagario, uno de los libros más queridos del poeta. "Por su irreverencia es mi libro más íntimo. Por su alcance, logra trascendencia dentro de mi poesía", escribe.
En 1959 viaja por Venezuela durante cinco meses, recibiendo grandes muestras de aprecio a donde quiera que va. La revolución cubana le inspira el poema "Canción de gesta", que escribe a bordo del barco que lo lleva a la Unión Soviética, punto de partida de una gira que también incluye Polonia, Bulgaria, Rumania y Checoslovaquia.
Estamos en 1960; después de una estancia en París pasa a Italia y desde allí se embarca hacia La Habana, donde publican una edición de Canción de gesta que consta de veinticinco mil ejemplares. Canción de gesta retoma la línea épica inaugurada en el Canto general, pero denota nuevas preocupaciones en la evolución de su poesía. Junto a la meditación sobre el destino de América y a la exaltación de la victoria de la revolución cubana, Neruda introduce una visión retrospectiva de su propia vida evocando su época estudiantil, sus amores en Birmania, abarcando desde sus recuerdos de Ceilán hasta las violentas conmociones de la segunda guerra mundial.
En 1962 Neruda vive en Chile y publica Cantos ceremoniales. El instituto de Lenguas Romances de la universidad de Yale de los Estados Unidos le nombra miembro correspondiente, cargo que ha sido concedido a poetas como Saint-John Perse y T. S. Eliot. La revista brasileña O Cruzeiro Internacional publica una serie de diez crónicas autobiográficas con el título significativo de "Las vidas del poeta". La facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile le nombra miembro académico. Neruda regresa a sus lugares de origen ─Temuco, el sur de Chile─ y de ese regreso surge su poema "Regresó el caminante", una de las más bellas piezas de su libro Plenos Poderes. Su poesía discurre sobre la acción del tiempo en la destrucción de los recuerdos, torna a una especie de subjetivismo que contrasta con la afirmación de sus convicciones políticas de "El Pueblo", poema leído ante el XII Congreso del Partido Comunista de Chile, donde exalta a los millones de seres anónimos que construyen calladamente el mundo en que vivimos.
Cuando cumple 60 años, Neruda se regala a sí mismo su Memorial de Isla Negra, que significa un nuevo esfuerzo para lograr una poesía cíclica, fundiendo las experiencias del pasado con la incertidumbre del futuro, hundiéndose en sus orígenes, no para quedarse allí sino para extraer nuevos recursos. "En esta obra he vuelto deliberadamente a los comienzos sensoriales de mi poesía, a Crepusculario, es decir a una poesía de la sensación de cada día. Aunque hay un hilo biográfico, no busqué en esta larga obra que consta de cinco volúmenes, sino la expresión venturosa o sombría de cada día", escribe.
Una vez más Neruda participa en las campañas políticas de su país para elegir presidente; resulta elegido Eduardo Frei frente a su contendor, Salvador Allende, que era el candidato de Neruda.
De 1964 en adelante Neruda alcanza su definitiva consagración mundial; pero su obra sigue creciendo, tanto cuantitativa como cualitativamente, como lo atestigua la publicación de La barcarola en 1967, un libro concebido como una conversación con su mujer en la intimidad y cuya versificación de estirpe rubendariana es al mismo tiempo un gran homenaje al poeta nicaragüense (es el año del centenario de su nacimiento) y la certidumbre de ser él mismo un igual, un continuador de Darío. Los homenajes y las distinciones siguen afluyendo. En febrero de 1965 la universidad de Oxford le concede el título de doctor honoris causa en Filosofía y Letras, siendo el primer suramericano que lo consigue. En 1966 es condecorado por la Asociación de Escritores Peruanos con el Sol del Perú. Continúa viajando infatigablemente. En Hungría en colaboración con Miguel Ángel Asturias escribe Comiendo en Hungría, libro que se publica en cinco idiomas simultáneamente. Asiste a la reunión del Pen Club de escritores que se realiza en Bled, Yugoslavia. Al año siguiente (1966) va a los Estados Unidos como invitado de honor del Pen Club. Da recitales en Nueva York, en Washington y Berkeley, presentado por el gran poeta Archibald MacLeish. También lo hace en la universidad de México; cuando regresa a Chile legaliza su matrimonio con Matilde Urrutia. A finales de ese año escribe la obra de teatro Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, que es la plasmación de una antigua ambición de Neruda: escribir teatro, al tiempo que busca situar al hombre latinoamericano frente a su mitología potencial para incorporarlo a su atmósfera cotidiana, a su tradición histórico-cultural, en un intento de creación total. La obra se estrena en octubre por el Instituto de Teatro de la universidad de Chile.
Entre 1968 y 1969 aparecen dos libros de poemas que son como un balance de la existencia de Pablo Neruda: Las manos del día testimonia lo personal, y Fin de mundo que circunscribe el tiempo histórico. En Las manos del día la preocupación fundamental se construye a partir de la proximidad de la muerte, de donde el libro palpita con un fuerte acento dramático, acento íntimo de quien se enfrenta con altivez a esa "certidumbre del adiós". En "Fin de mundo" Neruda escribe desde una edad que no admite ilusiones. Parece como si al poeta le doliera haber vivido en una era que no le permitió ver concretada sus esperanzas. Por eso Neruda sigue tomando parte activa en la política. En septiembre de 1969 es proclamado candidato a la presidencia de Chile. Durante varios meses recorre el país de sur a norte hasta que su actividad cristaliza en la formación de la Unidad Popular, que finamente lleva a la primera magistratura a Salvador Allende en 1970. A finales de ese año un nuevo libro suyo, Las piedras del cielo, plantea distintas alternativas en el rumbo de su poesía. Sus treinta poemas facturados en un lenguaje fresco, dimanan una certidumbre de perdurar más allá de todo, trascienden un nuevo sentido de la existencia, revelan a un Neruda juvenil en posesión de plenos poderes tanto de existencia como de poesía
En abril de 1971 Neruda es designado embajador de su país ante el gobierno de Francia. En octubre obtiene el Premio Nobel de Literatura, siendo el sexto escritor de nuestra lengua y el tercer hispanoamericano que recibe la alta distinción literaria.
En 1972 viaja de nuevo a Nueva York para pronunciar el discurso inaugural del Pen Club Internacional de escritores. Publica Geografía infructuosa. Renuncia a su cargo de embajador y regresa a Chile. En Santiago es objeto de la más cálida y entusiasta recepción por parte del pueblo chileno y se le rinde un homenaje en el Estadio Nacional de Santiago.
En 1973 publica Alabanza de la Revolución Chilena, un libro con el que contribuye para la campaña de las elecciones parlamentarias. El 11 de septiembre, un golpe militar derriba al presidente constitucional Salvador Allende. Neruda muere el 23 de ese mes y es sepultado entre el ruidoso silencio de su pueblo, del mundo que se entera con estupor de su muerte y de que su casa ha sido saqueada.
La vida y obra de Pablo Neruda confluyen hoy en un solo plano como la concreción de esa voluntad cíclica que tanto persiguió a todo lo largo y ancho de su existencia titánica, de ese deseo de asaltar el cielo para romper el muro que enclaustraba su existencia y la de los hombres. "Y no sé si será pecar de jactancia decir, a los años que llevo, que no renuncio a seguir atesorando todas las cosas que yo haya visto o amado, todo lo que yo haya sentido, vivido, luchado, para seguir escribiendo el largo poema cíclico que aún no he terminado, porque lo terminará mi última palabra en el final instante de mi vida", dijo como un profeta de su propio destino en la improvisación para inaugurar el seminario de estudios sobre su obra el 7 de agosto de 1964 en su entrañable Santiago, en su amado Chile.

Carlos Perozzo
Forjadores del Mundo Contemporáneo
Bogotá, Planeta, 1989.







"Pablo Neruda es el más grande poeta del siglo XX 
en cualquier idioma."
Gabriel García Márquez





«Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo 
admite comparación con él.»
Harold Bloom


"La poesía del continente americano limita al norte 
con Walt Whitman y al sur con Pablo Neruda."
Rafael Alberti





"Hay dos maneras de refutar a Neruda: una es no leyéndolo, la otra es leyéndolo a mala fe. Yo he practicado ambas, pero ninguna me dio resultado. Señores y señoras, yo no soy un nerudista improvisado. El tema de Neruda me atrae vigorosamente desde que tengo uso de razón, no hay día que no piense una vez en él por lo menos."
Nicanor Parra





"Cuánto te habrá dolido acostumbrarte a mí."
Pablo Neruda




"Debajo de tu piel vive la luna."
Pablo Neruda



"El agua anda descalza por las calles mojadas."
Pablo Neruda






BIBLIOGRAFÍA


Crepusculario. Santiago, Ediciones Claridad, 1923.

Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Santiago, Editorial Nascimento, 1924.

Tentativa del hombre infinito. Santiago, Editorial Nascimento, 1926.

Anillos. Santiago, Editorial Nascimento, 1926. (Prosa poética de Pablo Neruda y Tomás Lago.)
El hondero entusiasta. Santiago, Empresa Letras, 1933.
El habitante y su esperanza. Santiago, Editorial Nascimento, 1926.
Residencia en la tierra (1925–1931). Madrid, Ediciones del Árbol, 1935.
España en el corazón. Himno a las glorias del pueblo en la guerra: (1936–1937). Santiago, Ediciones Ercilla, 1937.
Nuevo canto de amor a Stalingrado. México, 1943.
Tercera residencia (1935–1945). Buenos Aires, Losada, 1947.
Canto general. México, Talleres Gráficos de la Nación, 1950.
Los versos del capitán. Imprenta L'Arte Tipografica, Napoli, 1952, 184 pp.
Todo el amor. Santiago, Editorial Nascimento, 1953.
Las uvas y el viento. Santiago, Editorial Nascimento, 1954.
Odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1954.
Nuevas odas elementales. Buenos Aires, Editorial Losada, 1955.
Tercer libro de las odas. Buenos Aires, Losada, 1957.
Estravagario. Buenos Aires, Editorial Losada, 1958.
Navegaciones y regresos. Buenos Aires, Editorial Losada, 1959.
Cien sonetos de amor. Santiago, Editorial Universitaria, 1959.
Canción de gesta. La Habana, Imprenta Nacional de Cuba, 1960.
Las piedras de Chile. Buenos Aires, Editorial Losada, 1960.
Cantos ceremoniales. Buenos Aires, Losada, 1961.
Memorial de Isla Negra. Buenos Aires, Losada, 1964. 5 volúmenes.
Arte de pájaros. Santiago, Ediciones Sociedad de Amigos del Arte Contemporáneo, 1966.
Fulgor y muerte de Joaquín Murieta. Santiago, Zig-Zag, 1967. La obra fue escrita con la intención de servir de libreto para una ópera de Sergio Ortega.
La Barcarola. Buenos Aires, Losada, 1967.
Las manos del día. Buenos Aires, Losada, 1968.
Comiendo en Hungría. Editorial Lumen, Barcelona, 1969. (En co-autoría con Miguel Ángel Asturias)
Fin del mundo. Santiago, Edición de la Sociedad de Arte Contemporáneo, 1969. Con Ilustraciones de Mario Carreño, Nemesio Antúnez, Pedro Millar, María Martner, Julio Escámez y Oswaldo Guayasamín.
Aún. Editorial Nascimento, Santiago, 1969.
Maremoto. Santiago, Sociedad de Arte Contemporáneo, 1970. Con Xilografías a color de Carin Oldfelt Hjertonsson.
La espada encendida. Buenos Aires, Losada, 1970.
Las piedras del cielo. Editorial Losada, Buenos Aires, 1970.
Discurso de Estocolmo. Alpignano, Italia, A. Tallone, 1972.
Geografía infructuosa. Buenos Aires, Editorial Losada, 1972.
La rosa separada. Éditions du Dragon, París, 1972 con grabados de Enrique Zañartu.
Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena. Santiago, Empresa Editora Nacional Quimantú, Santiago, 1973.
Geografía de Pablo Neruda. Editorial Aymá, Barcelona, 1973. Glosas autógrafas de Neruda, Fotos de Sara Facio y Alicia D'Amico.

DISCOGRAFÍA
Arte de pájaros (1966, con Ángel Parra).



EDICIONES PÓSTUMAS
  • El mar y las campanas. Editorial Losada, Buenos Aires, 1973
  • 2000. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974
  • Elegía. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974.
  • El corazón amarillo. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974
  • Jardín de invierno. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974.
  • Confieso que he vivido. Memorias. Barcelona, Seix Barral, 1974. 
  • Libro de las preguntas. Editorial Losada, Buenos Aires, 1974.
  • Cartas de amor de Pablo Neruda. Ediciones Rodas, Madrid, 1975.
  • Para nacer he nacido. Editorial Seix Barral, Barcelona, 1978.
  • Cartas a Laura. Centro Iberoamericano de Cooperación, Madrid, 1978.
  • Poesías escogidas. Biblioteca Premios Nobel. Aguilar S.A. de ediciones, 1980.
  • El río invisible Editorial Seix Barral, Barcelona, 1980.
  • Neruda/Eandi, Correspondencia durante Residencia en la tierra. Editorial Sudamericana, Buenos Aires, 1980.
  • El fin del viaje. Editorial Seix Barral, Barcelona, 1982.
  • Antología fundamental, prólogo de Jaime Quezada y selección de Jorge Baroos, Andrés Bello, 1997
  • Pablo Neruda, Discursos Parlamentarios. (1945-1948). Editorial Antártica, Santiago, 1997.
  • Pablo Neruda, Cuadernos de Temuco Seix Barral, Buenos Aires.
  • Pablo Neruda, Prólogos. Editorial Sudamericana, Santiago, 2000.
  • Pablo Neruda, Epistolario viajero. (1927-1973), Editorial RIL, Santiago, 2004.
  • Pablo Neruda en O’Cruzeiro Internacional. Editorial Puerto de Palos, Santiago, 2004.
  • Pablo Neruda. Yo respondo con mi obra: Conferencias, Discursos, Cartas, Declaraciones. (1932 - 1959). Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2004.
  • David Bautista. Yo respondo con mi obra: tus ojos, Discursos, Cartas, Declaraciones. (1932 - 1959). Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2004.
  • Pablo Neruda, J.M. Coetzee, W. Faulkner, Doris Lessing, G.G. Márquez, Discursos, Alpha Decay, Barcelona, 2008.
  • Antología General, Real Academia Española, Asociación Chilena del Libro y Hernán Loyola, Alfaguara, Santiago de Chile, 2010.
  • La piel extensa, antología dirigida a un público juvenil, reúne cincuenta y cinco poemas en siete apartados temáticos; compilación de Gerardo Beltrán y Abel Murcia con ilustraciones de Adolfo Serra; Edelvives, Madrid, 2013